DECLARACIÓN
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE |
Sobre
los derechos del hombre y del ciudadano
Autor
Ciro Manuel
cmanuz@yahoo.es
Materia: Seguridad Social, Derecho Constitucional.
Facultad de Derecho. Bolivia.
Indice
1. Introducción.
Cuadro general sistemático de los derechos humanos en las
doctrinas actuales.
Los expositores de Derecho Público, muy directamente interesados
por los derechos del hombre, acogen con preferencia para la catalogación
de los mismos el criterio de las garantías jurídico-políticas
que protegen esos derechos fundamentales. Así, el profesor
Sánchez Agesta, atendiendo a la naturaleza del bien protegido
por los derechos humanos y a la diversa naturaleza de su realización
y garantía jurídica, califica los derechos proclamados
en los textos constitucionales en cuatro principales grupos:
a. Derechos civiles:
a1.: derechos de la intimidad personal.
a.2.: derechos de seguridad personal
a.3.: derechos de seguridad económica.
a.4.: derechos de libertad económica.
Derechos públicos.
Derechos políticos
Derechos sociales.
De estos cuatro principales, dos son en este caso de nuestro interés,
los mismos que serán desarrollados a continuación:
Derecho públicos: consistentes en los derechos de intervención
en la formación de la opinión pública (libertades
de reunión, de expresión del pensamiento, de información
y de constituir asociaciones políticas o culturales).
Derechos sociales: los cuales se dividen en dos subgrupos:
Derechos del desenvolvimiento personal (derechos a la instrucción
y la educación, a constituir una familia, a la práctica
del culto religioso)
Derechos sociales estrictos (stricto sensu), implican una prestación
positiva del Estado, inspirándose en los principios de
justicia social y seguridad social (derechos a la propiedad personal
y familiar, al trabajo, a un salario justo, a los seguros sociales,
a la asociación laboral).
No podemos proseguir en el análisis, sin antes determinar
el significado y los alcances de la palabra Libertad.
La Libertad: Sus acepciones, significación y límites.
Es la libertad una idea complicada y polifacética. Puede
hablarse de una libertad metafísica, una libertad jurídica,
una libertad política, una libertad económica, una
libertad civil o de Derecho privado…, y cada una de estas
modalidades suscita distintas cuestiones.
De gran interés es el problema filosófico de la
libertad, estudiado con metodologías y puntos de vistas
muy diversos. "Ningún filósofo de importancia
- nos dice el profesor MANTILLA PINEDA - ha pasado por alto el
problema de la libertad. PLATON Y ARISTÓTELES, los estoicos
y SAN AGUSTÍN, el aquinatense, KANT, HEGEL Y BERGSON, HEIDEGGER
Y NICOLÁS HARTMANN, lo prueban de manera satisfactoria.
Toda filosofía ha resuelto a su modo el problema de la
libertad. Hay filosofías que lo han resuelto negativamente,
y hay también filosofías que lo han resuelto afirmativamente.
El estoicismo, el panteísmo, el materialismo, el positivismo,
son filosofías negativas de la libertad. El aristotelismo,
el augustinismo, el tomismo, el kantismo, el existencialismo,
la ética de los valores, son filosofías afirmativas
de la libertad".
Pero ahora nos interesa la libertad en sentido jurídico,
como poder o facultad de obrar, fundado en la misma naturaleza
del hombre, como necesario para el cumplimiento de sus fines,
y reconocido por el Derecho en su regulación del orden
de las relaciones sociales.
Tiene esta libertad significación distinta a la de la libertad
metafísica o natural, aunque no sea extraña a esta
última e independiente de ella.
La libertad es inseparable de la persona humana y, consiguientemente,
del Derecho. Sin libertad personal es inconcebible un ordenamiento
jurídico, cual lo serían también las ideas
éticas del bien y del mal. Como expone LEGAZ LACAMBRA,
"la libertad pertenece esencialmente a la persona. No hay
existencia humana, no hay existencia personal donde falta la libertad,
la cual se halla en la misma raíz metafísica de
la vida…. El Derecho recorta la superficie de la libertad
jurídicas de las personas… En cuanto forma social
de vida , el Derecho es la libertad jurídica. Pero la libertad
jurídica es libertad organizada, precisa, recortada".
Así, esta libertad jurídica, de papel tan capital
en el Derecho, suscita abundantes problemas técnicos e
incluso ha tenido significados diferentes en las diversas épocas
históricas. El liberalismo pensaba en una libertad abstracta
y amorfa, pretendidamente absoluta. Pero lo cierto es que la actuación,
el ejercicio de la libertad están ligados siempre a premisas
que le dan una significación muy relativa. En primer lugar,
la libertad presupone fines humanos que se hayan de lograr mediante
ella. "La Libertad - dice CORTS GRAU - mantiene un sentido
y un nervio teleológico que condiciona en todo caso su
ejercicio". Además, la libertad se ha de conciliar
con el orden, a través de las convenientes normas, que
presuponen una autoridad que las dicte y las mantenga. Así,
el ejercicio de la libertad requiere una serie de instituciones
sociales y jurídicas que preparen el clima de en el que
esa libertad pueda desenvolverse. En definitiva, la libertad jurídica
no puede tener una alcance absoluto. Su contenido y extensión
están condicionados por factores múltiples y muy
variables.
Se explica, pues, que siempre haya sido empeño difícil
para la Humanidad, y lo sea muy acusadamente en los momentos actuales,
coordinar el reconocimiento de l alibertad con el de los límites
inextricables, extrínsecos e intrínsecos, dentro
de los que la libertad ha de actuar, en el mundo de la conciencia
y en el de las realidades sociales y políticas.
"La libertad - ha dicho recientemente un brillante escritor
(GEORGE USCATESCU) ya muy vinculado a la patria y cultura española
- vive hoy una de sus más patéticas aventuras".
Y en efecto: el eterno drama de la libertad se agudiza cada vez
más. Todo conspira contra ella; desde el actual clima de
violencia que la desacredita, hasta los excesos de la socialización
y del totalitarismo estatal que están a punto de ahogar
la autonomía individual.
2.
Legislación Comparada (Breve enunciado).
El artículo 14 de la Constitución Española
de 1978, establece:
"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición
o circunstancia personal o social".
El art. 16 establece:
1.-
Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto
de los individuos y las comunidades sin más limitación,
en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento
del orden público protegido por la ley.
2.- Nadie podrá ser obligado a declarar
sobre su ideología, religión o creencias.
3.- …………………………
(no viene al caso transcribirlo).
El enunciado segundo, nos deja entrever que España, tuvo
una época muy dura y cruel, en la mal llamada "santa
inquisición", ya que como se sabido de santa no posee
ni un ápice.
A tal motivo, fue necesario estipular en su constitución
de manera clara y precisa para que no se vuelva a repetir las
grandes barbaridades de siglos pasados.
El artículo 20 de la Constitución española,
establece: Se reconocen y protegen los derechos:
A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas, y opiniones
mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de expresión.
A la producción y creación literaria, artística,
científica y técnica.
1.- A comunicar o recibir libremente información
veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará
el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional
en el ejercicio de estas libertades.
2.- El ejercicio de estos derechos no pueden
restringirse mediante ningún tipo de censura previa
Con este breve enunciado de la Constitución española,
pasaremos a continuación a nuestro mayor interés,
es decir Nuestra Legislación.
3.
En Nuestra Legislación.
El enunciado del artículo 10 de la Declaración de
los derechos del Hombre y del ciudadano, se encuentra íntimamente
ligado a nuestra Constitución Política del Estado.
Como punto de partida, la Carta Magna en su artículo 6,
establece:
I.- Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica,
con arreglo a las leyes. Goza de los derechos, libertades y garantías
reconocidos por esta Constitución, sin distinción
de raza, sexo, idioma, religión, opinión política
o de otra índole, origen, condición económica
o social, u otra cualquiera.
A lo dicho anteriormente habrá que agregar el artículo
siguiente (art. 7, correspondiente a la Declaración Universal
de los Derechos Humanos. 10 de Diciembre de 1948.) el cual dice:
Art. 7 : Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales,
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio.
A emitir libremente sus ideas y opiniones por cualquier medio
de difusión.
Es derecho fundamental de la persona emitir libremente ideas y
opiniones por cualquier medio de difusión, según
precepto Constitucional que le garantiza expresamente (art.7 CPE).
El publicar los pensamientos por la prensa, sin previa censura
(explícitamente reiterada en la ley de imprenta. 19 de
enero de 1925) es un derecho fundamental de la personalidad en
todo Estado de Derecho.
Son medios de difusión: los libros, periódicos,
diarios, revistas y todo otro tipo de impresos de la llamada prensa
escrita, o de la radiodifusión y la televisión de
la llamada oral.
Todo Estado de Derecho garantiza constitucionalmente esta actividad,
contrariamente a lo que ocurre en los Estados totalitarios o democráticos-autoritarios.
La ley de Imprenta de 19 de enero de 1925, en su artículo
1ro confirma el derecho de todo hombre para publicar sus pensamientos
por la prensa, sin previa censura, salvas las restricciones que
ella establece.
Dicha ley describe responsabilidades y establece procedimientos
de Jurado para juzgar y sancionar los delitos que la prensa comete,
aunque prácticamente sin aplicación desde su promulgación.
La prohibición de previa censura, se ha burlado públicamente
por disposiciones posteriores y que según el artículo
228 de la Constitución, carecen de eficacia frente a la
Ley.
En efecto, el gobierno democrático de 1960 - 1964, por
DS No. 5632 de Nov.11, 1960 establece censura previa y cadenas
radiales obligatorias. Luego el gobierno de facto de 1970-1971,
por DS No. 9740 de Junio 2, 1971, confirma esas medidas inconstitucionales.
Ribete anecdótico del caso proporciona el Congreso, formados
por Demócratas y no Demócratas patrocinantes de
disposiciones referidas al acusar a miembros de otro gobierno
de facto posterior (1980), incriminándoles delitos contra
la libertad de prensa invocando la libertad de prensa infringida
con los citados decretos de 1960 y 1971, y que acogió sin
rubor alguno, el Tribunal Supremo de 1986-1992, constituido también
por parciales demócratas y no demócratas de las
facciones políticas responsables de aquellos decretos.
El Artículo 15 de la Constitución, establece que
los funcionarios que sin haberse dictado estado de sitio, tomen
medida de persecución, confinamiento o destierro de ciudadanos,
clausuren imprentas y otros medios de expresión del pensamiento
e incurran en depredaciones u otro genero de abusos, están
sujetos a indemnización, sin dejar fuera la acción
penal individualizada para los autores del delito.
Es así que se cometerá delitos contra la libertad
de prensa, conforme al artículo 296 del Código Penal
Boliviano.
Se fundamenta el proceso a seguirle a los autores de estos delitos,
para la correspondiente sanción, con el artículo
34 de la Constitución Política del Estado, estableciendo:
"Los que vulneren derechos y garantías Constitucionales
quedan sujetos a la Jurisdicción ordinaria". Es así
que nadie podrá escaparse ante dicho delito, teniendo por
excepción los funcionarios por el ejercicio de sus funciones
gozan de Caso de Corte, pero ello no le lleva a quedar exentos
de sanción (sea civil o pena mayor o menor, dependiendo
de su sentencia correspondiente) Art. 265 Cód. Proc. Penal.
Cómo Principio General ante este precepto de la Declaración
en estudio, podemos decir: "La Licencia de la prensa libre
es preferible a un completo silencio" (Editorial de "La
Nación" de Buenos Aires, Argentina. 5 de Dic. De 1876).
Esto porque mediante el silencio, emerge la idea de aceptación,
aunque no de forma exacta, ya que también puede representar
disconformidad. Pero como es sabido la disconformidad debe ser
aclamada y no callada, por tanto el silencio es símbolo
de aceptación (el que calla, otorga).
Para evitar esto, se acepta la libertad de prensa.. en este caso,
la libertad de expresión de pensamientos.
Junto con ello, podemos extender el análisis, si hablamos
sobre el derecho de autor, existiendo en nuestra legislación
normas especiales al respecto: "Ley de Derecho de Autor"
Ley No. 1322, 13 de Abril de 1992, los cuales se protegen los
derechos de autor comprendiendo las formas literarias, plasticas
o sonoras mediante la cual las ideas del autor son descrita, explicadas,
ilustradas o incorporadas en las obras literarias, científicas
o artísticas. Artículo 4 de Derecho de Autor.
El Derecho de Autor comprende a los derechos morales que amparan
la paternidad e integridad de la obra y los derechos patrimoniales
que protegen el aprovechamiento económicos de las mismas.
Art. 1, párrafo segundo. "Ley de Derecho de autor".
Las sanciones frente a plagios, copias, piraterías, reproducciones,
emisiones y publicaciones ilegales, etc., con fines de lucro,
los mismos que violentan los derechos de autor, se encuentran
estipulados en el artículo 362 del Código Penal
(DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD INTELECTUAL).
Y si nos extendemos mucho más, puede ingresar en terreno
penal, la VIOLACIÓN DE PRIVILEGIOS DE INVENCION, Art. 363,
párrafo primero. del Código Penal.
Si es posible podrán ingresar los artículos 363
párrafos segundo y tercero, siendo ello discutible. Pero
no entraremos en campo penal, ya que no es el fin primordial del
presente análisis.
Para Finalizar hablaremos, de la libertad de religión,
siendo ello propia de la creencia, devoción, espiritualidad,
conciencia, opinión, pensamiento e idea de cada persona
individualizada. A tal motivo el artículo 3 de la Constitución
afirma:
"El Estado reconoce y sostiene la religión católica
apostólica y romana. Garantiza el ejercicio público
de todo otro culto. …….."
Las opiniones inferidas al respecto, no le pueden ocasionar para
quien las dice, molestia alguna, ya que ellas pertenecen a su
ser interior, y a su comprensión, pero siempre teniendo
en claro que deben respetar el orden público establecido,
por las (ley) normas estipuladas, tanto jurídicas como
morales.
No se admite alguna opinión que trastorne dicho orden anteriormente
dicho.
El Orden Público Establecido por la Ley: consiste en el
conjunto de condiciones fundamentales de vida social instituidas
en una comunidad jurídica, las cuales, por afectar centralmente
a la organización de ésta, no pueden ser alteradas
por la voluntad de los individuos ni, en su caso por la aplicación
de normas extranjeras (J.C. Smith).
El concepto de orden público ofrece especial importancia
con respecto a las cuestiones de índole política
y de Derecho Administrativo, pero también la ha adquirido,
de un tiempo a esta parte, en materia de Derecho Social, por cuanto
se ha atribuido a sus normas la condición de afectar al
orden público, por lo cual son irrenunciables. Tal calidad
se atribuye a diversos preceptos del Derecho del Trabajo.
El artículo 10 de la Declaración
de los derechos del Hombre y del Ciudadano, nos ofrece una libertad
de expresión en nuestro desenvolvimiento social, ya que
una persona carente de opinión, criterio, y razonamiento
propio, es una persona que se esta autoesclavizando por su medio,
es decir no posee personalidad ya no jurídica sino espiritual
(su ser, como persona). A menos que su actuar de pensamiento y
acción esté siendo obligado por un gobierno autoritario,
totalitario o tiránico, en donde no existe opción
que aceptar la orden superior.
Sobre esto último, Bolivia es sabedor por amargas experiencias
en su historia republicana de los grandes daños y faltas
cometidas a este precepto, pasando de gobiernos golpistas, que
en su mayoría fueron militares; debiendo tener en claro
que no solo Bolivia, también Chile, Paraguay, Argentina,
Ecuador, etc.…, no es necesario nombrarlos a todos, ya que
Sudamérica en especial, es conocedor de ello.
Hablando sobre nuestra actualidad, en donde llevamos muchos años
de democracia (para muchos una utopía), en donde los principios
que se hacen referencia en este estudio están vigentes,
vemos que existe por una parte abuso del uso de dicha libertad,
llegando en algunos casos a constituir apología del delito
(esto se ve, comúnmente en opiniones inferidas por periodistas
y columnistas mediante las distintas formas de prensa que existen);
y por otra ( el Gobierno), entra en dicho terreno pasando de opiniones
personales a insultos, de cuestiones individualistas a cuestiones
políticas globales y en fin se transforma la palabra, libre
expresión por libre destrucción y gobernar por la
de chacotear.
Bueno, pero con ello no deja de merecer, una gran garantía
y protección a nuestro pensar, propio de nuestro sentir,
razonar, entender. Ya que las expresiones u opiniones formuladas
por el pueblo en su conjunto o por una o más personas,
sirve de gran ayuda como indicadores para saber la realidad en
que vivimos, las falencias que poseemos, ¿ cuánto
hemos avanzado y cuánto hemos retrocedido?, o ¿
nos quedamos estáticos en la historia?. Todos ellos ofrecen
respuestas a las preguntas o cuestiones planteadas, y lo mejor
nos ayuda a mejorar mucho más en un futuro próximo,
siempre y cuando se acepte el reto entre gobernantes y gobernados.
DECLARACION
DE LOS DERECHOS DEL HOMBLARACION DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE
5.
Guión bibliográfico.
REPUBLICA DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado
6 de Febrero de 1995. Ed. Serrano. Cochabamba, Bolivia
Enrique Linde Paniagua (Edición Preparada)
Constitución y Tribunal Constitucional De La Nación
Española.
Biblioteca de Legislación, Ed. Civitas. Décimo Tercera
Edición, 1997. Madrid, España.
José Castan Tobeña - María L. Marin Castan
- Los Derechos del Hombre - Ed. Reus. 4ta Edición. 1992.
Madrid, España.
REPUBLICA DE BOLIVIA. Ley No. 1768. Código Penal. 10 de Marzo
de 1997. Ed. Serrano. Cochabamba, Bolivia
Carlos Morales Guillén - Código Penal Concordado y
Anotado - 2da Edición. Ed. Gisbert & CIA S.A..
La Paz, Bolivia. 1993.
REPUBLICA DE BOLIVIA. Código de Procedimiento Penal - Ed.
Serrano. Cochabamba, Bolivia
|
1 |
|